B-Vitamine/Vitaminas B
DE: Kleine Helfer mit großer Wirkung
B-Vitamine sind an nahezu allen zentralen Stoffwechselprozessen im Körper beteiligt: Sie unterstützen die Energiegewinnung, die Nervenfunktion, die Blutbildung, die Regeneration und eine gesunde Haut- und Fellstruktur. Gerade weil sie so vielfältige Aufgaben übernehmen, können selbst kleine Defizite spürbare Auswirkungen auf die Vitalität und Leistungsfähigkeit eines Pferdes haben.
Endogene Bildung – der Normalfall
Im Unterschied zu vielen anderen Nährstoffen können Pferde einen Großteil ihres Bedarfs an B-Vitaminen selbst decken – dank der Tätigkeit der Mikroorganismen im Dickdarm. Diese produzieren unter gesunden Bedingungen ausreichend:
- Vitamin B1 (Thiamin) – wichtig für den Kohlenhydratstoffwechsel und das Nervensystem,
- Vitamin B2 (Riboflavin) – unterstützt Energiegewinnung und Entgiftung,
- Vitamin B3 (Niacin) – beteiligt an Zellatmung und Hautstoffwechsel,
- Vitamin B5 (Pantothensäure) – spielt eine Rolle bei Hormonsynthese und Haut,
- Vitamin B6 (Pyridoxin) – für Eiweißstoffwechsel, Nerven und Immunabwehr,
- Vitamin B7 (Biotin) – für Hufe, Haut, Fell,
- Vitamin B9 (Folsäure) und Vitamin B12 (Cobalamin) – zentral für Blutbildung, Zellteilung, Nervensystem.
Wenn die Darmflora nicht mitspielt
Die körpereigene Bildung von B-Vitaminen ist jedoch nur so gut wie das mikrobielle Gleichgewicht im Dickdarm. Bei Pferden mit gestörter Darmflora – etwa durch:
- chronische Kotwasserprobleme,
- lange Phasen ohne Raufutter,
- übermäßige Kraftfuttergaben,
- Medikamenteneinsatz (v. a. Antibiotika, Wurmkuren),
- Verdauungsstörungen oder Dysbiosen,
- starken Stress oder Stoffwechselbelastung,
kann die körpereigene Synthese eingeschränkt sein. Die Folge: ein schleichender B-Vitamin-Mangel, der sich ganz unterschiedlich äußern kann – z. B. in Form von
- stumpfem Fell,
- schlechter Hufqualität,
- nervösem Verhalten,
- reduzierter Leistungsbereitschaft,
- Muskelverspannungen,
- schlechter Regeneration.
Wann eine gezielte Ergänzung sinnvoll ist
In bestimmten Phasen kann eine gezielte B-Vitamin-Zufuhr über das Futter sinnvoll bis notwendig sein – z. B. bei:
- Rekonvaleszenz nach Krankheit oder OP,
- Aufbauphasen bei starkem Muskelverlust,
- Haut- oder Fellproblemen,
- Senioren, deren Darmflora schwächer wird,
- Jungpferden im Wachstum,
- chronischer Verdauungsschwäche oder Dysbiose,
- nach Antibiotikagabe oder anderen belastenden Medikamenten,
- Stresssituationen, Turnieren, Stallwechsel oder Transportphasen.
Dabei ist es wichtig, auf hochwertige, bioverfügbare Formen zu achten. Einige Ergänzungsfuttermittel enthalten B-Vitamine isoliert, andere setzen auf natürliche Quellen wie Bierhefe, die neben B-Vitaminen auch Enzyme, Aminosäuren und Mineralstoffe liefert.
Natürliche Quellen von B-Vitaminen:
- Bierhefe (Saccharomyces cerevisiae) – vielseitiger Klassiker,
- Keimlinge und Saaten – z. B. Weizenkeime, Sonnenblumenkerne,
- Algenpräparate – mit natürlichen Vitamin-B-Komplexen,
- Luzerne – liefert nicht nur Eiweiß, sondern auch B-Vitamine,
- Grünfutter und frische Kräuter – v. a. im Frühjahr eine wertvolle Ergänzung.
Fazit: Unterschätzt, aber entscheidend
B-Vitamine gehören zu den stillen Arbeitern im Pferdeorganismus. Solange die Verdauung funktioniert, denkt kaum jemand an sie – doch gerade bei kranken, alten oder gestressten Pferden lohnt ein Blick auf ihre Versorgung. Eine gezielte, kurweise Ergänzung kann den Stoffwechsel entlasten, die Nerven stabilisieren und die Regeneration fördern – besonders in Kombination mit einem gesunden Darmmilieu und ausreichend Struktur- und Raufutter.
ES: Pequeños ayudantes con gran impacto
Las vitaminas del complejo B intervienen en casi todos los procesos metabólicos centrales del organismo: contribuyen a la producción de energía, la función nerviosa, la formación de la sangre, la regeneración y la estructura saludable de la piel y el pelaje. Debido a la diversidad de funciones que desempeñan, incluso pequeñas deficiencias pueden tener un impacto notable en la vitalidad y el rendimiento del caballo.
Producción endógena: la norma
A diferencia de muchos otros nutrientes, los caballos pueden cubrir gran parte de sus necesidades de vitamina B por sí mismos, gracias a la actividad de los microorganismos del intestino grueso. En condiciones saludables, estos producen cantidades suficientes de:
- Vitamina B1 (tiamina): importante para el metabolismo de los carbohidratos y el sistema nervioso.
- Vitamina B2 (riboflavina): favorece la producción de energía y la desintoxicación.
- Vitamina B3 (niacina): participa en la respiración celular y el metabolismo de la piel.
- Vitamina B5 (ácido pantoténico): participa en la síntesis hormonal y el cuidado de la piel.
- Vitamina B6 (piridoxina): para el metabolismo de las proteínas, los nervios y el sistema inmunitario.
- Vitamina B7 (biotina): para las pezuñas, la piel y el pelaje.
- Vitamina B9 (ácido fólico) y vitamina B12 (cobalamina): esenciales para la formación de la sangre, la división celular y el sistema nervioso.
Cuando la flora intestinal no funciona correctamente.
Sin embargo, la producción de vitaminas del complejo B por parte del cuerpo depende del equilibrio microbiano en el intestino grueso. En caballos con una flora intestinal deteriorada, por ejemplo, debido a:
- diarrea crónica,
- largos periodos sin forraje,
- consumo excesivo de alimento,
- uso de medicamentos (especialmente antibióticos, desparasitaciones),
- trastornos digestivos o disbiosis,
- estrés severo o sobrecarga metabólica,
la síntesis propia del organismo puede verse limitada. El resultado: una deficiencia gradual de vitamina B, que puede manifestarse de diversas maneras, por ejemplo, en forma de:
- pelaje opaco,
- mala calidad de los cascos,
- comportamiento nervioso,
- disminución del rendimiento,
- tensión muscular,
- regeneración deficiente.
Cuándo es útil la suplementación específica
En ciertas fases, la suplementación específica de vitamina B a través del alimento puede ser útil o incluso necesaria, por ejemplo, durante un período de cansancio. Por ejemplo, en:
- Recuperación tras una enfermedad o cirugía,
- fases de reconstrucción tras una pérdida muscular grave,
- problemas de piel o pelaje,
- caballos mayores con flora intestinal debilitada,
- caballos jóvenes en crecimiento,
- debilidad digestiva crónica o disbiosis,
- tras la administración de antibióticos u otros medicamentos estresantes,
- situaciones estresantes, competiciones, cambios de establo o fases de transporte.
- Es importante garantizar formas de alta calidad y biodisponibilidad.
Algunos suplementos alimenticios contienen vitaminas B aisladas, mientras que otros se basan en fuentes naturales como la levadura de cerveza, que, además de vitaminas B, también aporta enzimas, aminoácidos y minerales.
Fuentes naturales de vitaminas B:
- Levadura de cerveza (Saccharomyces cerevisiae): un clásico versátil,
- brotes y semillas: p. ej. Por ejemplo, el germen de trigo, las semillas de girasol,
- los suplementos de algas (con complejos naturales de vitamina B) y la alfalfa aportan no solo proteínas, sino también vitaminas del complejo B,
- forraje verde y hierbas frescas, un suplemento valioso, especialmente en primavera.
Conclusión: Subestimadas, pero cruciales.
Las vitaminas del complejo B son esenciales para el organismo del caballo. Mientras la digestión funcione correctamente, casi nadie piensa en ellas, pero, especialmente en caballos enfermos, ancianos o estresados, conviene considerar su aporte. Una suplementación específica y a corto plazo puede aliviar el metabolismo, estabilizar los nervios y promover la regeneración, especialmente en combinación con un entorno intestinal sano y una alimentación adecuada con fibra y fibra.
