Eiweiß/Proteinas
DE: Motor des Stoffwechsels oder stille Gefahr?
Eiweiß (Protein) ist einer der zentralen Nährstoffe in der Pferdefütterung – und zugleich einer der am häufigsten missverstandenen. Während früher oft pauschal vor "zuviel Eiweiß" gewarnt wurde, zeigt die moderne Fütterungspraxis ein deutlich differenzierteres Bild: Entscheidend ist nicht nur die Menge, sondern vor allem die Qualität des Eiweißes – insbesondere dessen Verdaulichkeit im Dünndarm.
Warum Eiweiß für den Stoffwechsel so wichtig ist
Eiweiß ist unverzichtbar für:
- den Muskelaufbau und Muskelerhalt,
- den gesamten Zellstoffwechsel,
- die Bildung von Enzymen und Hormonen,
- die Regeneration von Gewebe,
- ein funktionierendes Immunsystem,
- den Transport von Nährstoffen und Sauerstoff.
Ein Pferd, das dauerhaft zu wenig Eiweiß erhält – vor allem hochwertiges Eiweiß – kann nicht leistungsfähig bleiben. Besonders bei stoffwechselempfindlichen, älteren oder kranken Pferden kann ein Mangel zu gravierenden gesundheitlichen Problemen führen: Subtile Muskelrückbildung, schlechter Hufhorn- oder Fellzustand, schwaches Bindegewebe, verzögerte Regeneration und Infektanfälligkeit können Hinweise sein.
Dünndarmverdauliches Eiweiß – der Schlüssel zur Verwertung
Nicht jede Eiweißquelle ist gleichwertig. Was wirklich zählt, ist die Menge an dünndarmverdaulichem Rohprotein (pcv-RP). Denn nur Eiweiß, das im Dünndarm aufgespalten und aufgenommen wird, steht dem Pferd tatsächlich zur Verfügung.
Wird Eiweiß dagegen erst im Dickdarm durch mikrobielle Prozesse zersetzt, entstehen Gärprodukte wie Ammoniak, Skatol und andere Narkoten – Stoffe, die die Darmschleimhaut reizen, das Milieu schädigen und über die Leber und Niere entgiftet werden müssen.
Hochwertige Eiweißlieferanten – Luzerne, Heu & Co.
Besonders wertvoll für den Pferdeorganismus sind Eiweißquellen mit einem hohen Anteil an dünndarmverdaulichem Rohprotein. Dazu gehören:
- Luzerne: die "Königin der Futterpflanzen", mit hoher Eiweißqualität und einem ausgezeichneten Aminosäuremuster.
- Gutes Heu aus eiweißreichen Gräsern, vor allem bei früher Schnittnutzung.
- Grünhafer (als Heu oder Cobs), besonders in der frühen Phase geerntet.
- Esparsette oder Futterwicke (weniger bekannt, aber eiweißreich und oft gut verträglich).
- Bierhefe und Leinsamen (als Ergänzung), wenn eine gezielte Eiweißanreicherung nötig ist.
Diese Futtermittel lassen sich besonders gut mit Stroh kombinieren, da sie die eiweißarme Struktur des Strohs sinnvoll ausgleichen, ohne den Stoffwechsel zu überfordern – vorausgesetzt, die Ration ist ausgewogen.
Was bei zu viel Eiweiß passieren kann
Ein dauerhaftes Eiweißüberangebot – insbesondere bei schlechter Verdaulichkeit (geringer Anteil an dünndarmverdaulichem Eiweiß) kann erhebliche Probleme verursachen:
- Darmprobleme: Überschüssiges Eiweiß, das im Dünndarm nicht aufgenommen wird, gelangt in den Dickdarm, wo es fault statt fermentiert. Die Folge: Blähungen, Kotwasser, übler Geruch, gestörte Darmflora.
- Leber- und Nierenbelastung: Die entstehenden Stickstoffverbindungen (v. a. Ammoniak) müssen entgiftet und ausgeschieden werden. Das kann auf Dauer Leber und Niere stark beanspruchen.
- Stinkende Ausdünstungen und Kot: Besonders auffällig bei schlecht zusammengesetzten Rationen mit Silage, frischem Gras, eiweißreichem Luzerneheu und Kraftfutter.
- Hufrehe-Risiko: Bei empfindlichen Pferden kann eine Überlastung mit Protein und Stickstoffverbindungen das Reherisiko erhöhen – indirekt über Darmstörungen, Endotoxinausschüttung oder entzündliche Prozesse.
- Vermehrter Harndrang und Wasserverlust: Der Körper muss Stickstoffüberschüsse über den Urin loswerden – auf Kosten des Wasserhaushalts.
Eiweißbedarf ist individuell
Der Eiweißbedarf eines Pferdes hängt stark ab von:
- Alter und Gesundheitszustand (Fohlen, Senioren, rekonvaleszente Pferde),
- Leistungsanforderung (Muskelaufbau, Training, Trächtigkeit, Laktation),
- Grundfutterqualität (gutes Heu oder strohlastige Rationen),
- der Versorgung mit Energie (ein Pferd, das zu wenig Energie bekommt, nutzt Eiweiß als "Brennstoff" – was ineffizient ist und schadet).
Fazit: Qualität vor Quantität
Eine ausgewogene Eiweißversorgung ist essenziell – aber bitte mit Köpfchen. Lieber weniger, aber hochwertiges, gut verdauliches Eiweiß, als viel minderwertiges oder unpassend kombiniertes Futter. Besonders in Kombination mit Stroh als struktur- und ligninreichem Grundfutter können gezielte Eiweißquellen wie Luzerne, Esparsette oder gutes Heu einen echten Unterschied machen – für Muskulatur, Immunsystem, Stoffwechsel und Wohlbefinden.
ES: Motor del metabolismo o peligro silencioso:
La proteína es uno de los nutrientes clave en la nutrición equina, y también uno de los más incomprendidos. Si bien antes se emitían advertencias generales contra el "exceso de proteína", las prácticas de alimentación modernas ofrecen un panorama mucho más diferenciado: Lo importante no es solo la cantidad, sino sobre todo la calidad de la proteína, especialmente su digestibilidad en el intestino delgado.
¿Por qué la proteína es tan importante para el metabolismo?
La proteína es esencial para:
- el desarrollo y mantenimiento muscular,
- el metabolismo celular general,
- la formación de enzimas y hormonas,
- la regeneración tisular,
- el funcionamiento del sistema inmunitario,
- el transporte de nutrientes y oxígeno.
Un caballo que recibe constantemente poca proteína, especialmente proteína de alta calidad, no puede mantener su rendimiento. Una deficiencia puede provocar graves problemas de salud, especialmente en caballos metabólicamente sensibles, mayores o enfermos: atrofia muscular sutil, mal estado del casco o del pelaje, tejido conectivo débil, retraso en la regeneración y susceptibilidad a infecciones pueden ser indicios.
Proteína Digerible del Intestino Delgado: La Clave para su Aprovechamiento
No todas las fuentes de proteína son iguales. Lo que realmente importa es la cantidad de proteína cruda digestible del intestino delgado (PCV-RP). Solo la proteína que se descompone y absorbe en el intestino delgado está realmente disponible para el caballo.
Sin embargo, si la proteína solo se descompone mediante procesos microbianos en el intestino grueso, se forman productos de fermentación como amoníaco, escatol y otros narcóticos: sustancias que irritan la mucosa intestinal, dañan el medio ambiente y deben desintoxicarse a través del hígado y los riñones.
Fuentes de Proteína de Alta Calidad: Alfalfa, Heno, etc.
Las fuentes de proteína con una alta proporción de proteína cruda digestible del intestino delgado son particularmente valiosas para el organismo del caballo. Estas incluyen:
- Alfalfa: la "reina de las plantas forrajeras", con alta calidad proteica y un excelente perfil de aminoácidos.
- Buen heno elaborado con pastos ricos en proteínas, especialmente si se corta temprano.
- Avena verde (en heno o mazorcas), especialmente cosechada al inicio de la cosecha. Esparceta o arveja (menos conocidas, pero ricas en proteínas y a menudo bien toleradas).
- Levadura de cerveza y linaza (como suplemento) cuando se necesita un enriquecimiento proteico específico.
Estos piensos son especialmente adecuados para combinar con paja, ya que compensan eficazmente la baja estructura proteica de la paja sin sobrecargar el metabolismo, siempre que la ración esté equilibrada.
¿Qué puede ocurrir con un exceso de proteína?
Un exceso prolongado de proteína, especialmente si es poco digestible (una baja proporción de proteína digerible en el intestino delgado), puede causar problemas importantes:
- Problemas intestinales: El exceso de proteína que no se absorbe en el intestino delgado llega al intestino grueso, donde se pudre en lugar de fermentar. El resultado: flatulencia, heces blandas, mal olor y alteración de la flora intestinal.
- Carga hepática y renal: Los compuestos nitrogenados resultantes (especialmente el amoníaco) deben desintoxicarse y excretarse. Esto puede suponer una carga importante para el hígado y los riñones con el tiempo. Olores y heces fétidos: Particularmente perceptibles en raciones mal compuestas con ensilado, pasto fresco, heno de alfalfa rico en proteínas y alimento concentrado.
- Riesgo de laminitis: En caballos sensibles, una sobrecarga de proteínas y compuestos nitrogenados puede aumentar el riesgo de laminitis, indirectamente a través de trastornos intestinales, liberación de endotoxinas o procesos inflamatorios.
- Aumento de la micción y pérdida de agua: El cuerpo debe eliminar el exceso de nitrógeno a través de la orina, en detrimento del equilibrio hídrico.
Las necesidades proteicas varían de un caballo a otro.
Las necesidades proteicas de un caballo dependen en gran medida de:
- Edad y salud (potros, caballos mayores, caballos convalecientes),
- Requisitos de rendimiento (desarrollo muscular, entrenamiento, gestación, lactancia),
- Calidad del forraje (raciones ricas en heno o paja de buena calidad),
- Aporte energético (un caballo con muy poca energía utilizará la proteína como combustible, lo cual es ineficiente y perjudicial).
Conclusión: Calidad sobre cantidad
Un aporte proteico equilibrado es esencial, pero utilice el sentido común. Es mejor usar menos proteína, pero de alta calidad y fácil digestión, que una gran cantidad de alimento de baja calidad o mal combinado. Especialmente en combinación con paja, un forraje rico en estructura y lignina, las fuentes de proteína específicas como la alfalfa, la esparceta o el heno de buena calidad pueden marcar una gran diferencia para los músculos, el sistema inmunitario, el metabolismo y el bienestar.
