Essenzielle Fettsäuren - acidos grasos essenciales
DE: kleine Mengen, große Wirkung
Auch wenn Pferde ihren Energiebedarf in erster Linie über strukturelle Kohlenhydrate decken, spielen Fette – und ganz besonders die essentiellen Fettsäuren – eine wichtige Rolle im Stoffwechsel. Diese mehrfach ungesättigten Fettsäuren kann der Organismus nicht selbst herstellen, sie müssen über das Futter zugeführt werden.
Besonders wichtig sind:
- Linolsäure (Omega-6)
- Alpha-Linolensäure (Omega-3)
Ein ausgewogenes Verhältnis dieser Fettsäuren wirkt entzündungsregulierend, unterstützt die Zellmembranstabilität, fördert ein gesundes Haut- und Fellbild, stärkt das Immunsystem und beeinflusst hormonelle und immunologische Prozesse im Körper.
Natürliche Quellen essenzieller Fettsäuren:
- Leinsamen (geschrotet oder als Öl): Besonders reich an Omega-3-Fettsäuren, unterstützt entzündungshemmende Stoffwechselwege.
- Hanfsamen und Hanföl: Sehr gutes Verhältnis von Omega-3 zu Omega-6, leicht verdaulich und stoffwechselaktivierend.
- Chiasamen: ebenfalls hoher Omega-3-Gehalt, aber eher teuer und weniger praxisüblich.
- Sonnenblumenkerne oder Maiskeimöl: liefern vor allem Omega-6-Fettsäuren – sinnvoll in Kombination mit Omega-3-reichen Komponenten.
- Gras und frische Pflanzenanteile: enthalten natürlicherweise Linol- und Alpha-Linolensäure – ein Grund, warum extensiver Weidegang so wertvoll ist.
Wichtig zu wissen:
Fettsäuren sind empfindlich gegenüber Licht, Wärme und Sauerstoff. Öle sollten stets kühl, dunkel und luftdicht gelagert werden, Leinsamen am besten frisch geschrotet verfüttert werden. Oxidierte Fette belasten die Leber und haben keinerlei gesundheitlichen Nutzen mehr.
Auch bei den Fetten gilt: Qualität geht vor Menge. Schon kleine Mengen hochwertiger Öle oder Saaten können einen positiven Effekt haben – besonders bei Hautproblemen, schwachem Immunsystem, im Fellwechsel oder bei älteren Pferden.
ES: Pequenas cantidades - gran effecto
Aunque los caballos cubren principalmente sus necesidades energéticas a través de los carbohidratos estructurales, las grasas – y especialmente los ácidos grasos esenciales – juegan un papel importante en el metabolismo. Estos ácidos grasos poliinsaturados no pueden ser producidos por el organismo, deben ser aportados a través de la alimentación.
Muy importante son:
- Ácido linoleico (Omega-6)
- Ácido alfa-linolénico (Omega-3)
Un equilibrio adecuado de estos ácidos grasos tiene un efecto regulador sobre la inflamación, apoya la estabilidad de las membranas celulares, promueve una piel y pelaje saludables, refuerza el sistema inmunológico e influye en los procesos hormonales e inmunológicos en el cuerpo.
Fuentes naturales de ácidos grasos esenciales:
- Semillas de lino (molidas o en aceite): Ricas en ácidos grasos Omega-3, apoyan las vías metabólicas antiinflamatorias.
- Semillas de cáñamo y aceite de cáñamo: Excelente relación de Omega-3 a Omega-6, fácilmente digerible y activa el metabolismo.
- Semillas de chía: También son ricas en Omega-3, pero son relativamente caras y menos comunes en la práctica.
- Semillas de girasol o aceite de germen de maíz: Aportan principalmente ácidos grasos Omega-6, siendo útiles en combinación con componentes ricos en Omega-3.
- Pasto y partes frescas de plantas: Contienen de forma natural ácido linoleico y ácido alfa-linolénico, lo que explica por qué el pastoreo extensivo es tan valioso.
Es importante saber:
Los ácidos grasos son sensibles a la luz, el calor y el oxígeno. Los aceites deben almacenarse siempre en un lugar fresco, oscuro y hermético, y las semillas de lino deben ser administradas frescas y trituradas. Las grasas oxidadas sobrecargan el hígado y ya no tienen beneficios para la salud.
También con las grasas, la calidad es más importante que la cantidad. Incluso pequeñas cantidades de aceites o semillas de alta calidad pueden tener un efecto positivo, especialmente en problemas de piel, sistema inmunológico débil, durante el cambio de pelaje o en caballos mayores.
